Escuchando estamos prestando por un momento toda la atención y todo el corazón a la persona que tenemos delante, no habiendo nada más prioritario en ese instante.
Escuchar con profundidad y sentido, implica que comprendemos al otro desde su autenticidad, valorando su experiencia como una oportunidad de aprender algo nuevo, disfrutar de una historia o acompañar en el dolor.
Escuchar con todos los sentidos es un ejercicio de Respeto y Humildad.
El respeto establece los límites, poniendo en práctica la libertad personal. Mientras que la humildad permite aceptar las equivocaciones y discrepar en las opiniones.
¡Faltaría también la actitud!
Escuchar con una actitud positiva hacia la otra persona, hacia la comprensión o el entendimiento, permite sintonizar con la experiencia ajena.
Te deseo muchas oportunidades para escuchar con todos los sentidos,
Un abrazo,
Miguel